Son 85 conciertos que realizará hasta finales de noviembre para esta nueva segunda parte del Tour, que empezará con cuatro noches en Tokio, Japón: 7, 8, 9 y 10 de febrero; y de ahí, viajará a Melbourne y Sidney, Australia, con 6 shows a final del segundo mes del año.

Desde que Travis y Taylor confirmaron su relación, todos especulaban que pasaría si Kelce llegaba a la final de la NFL, puesto que entre la capital nipona y la ciudad de Nevada (Estados Unidos) hay 9.000 kilómetros de distancia y ningún vuelo directo. Alrededor de 11 horas de vuelo, casi medio día sobre los aires, varias escalas y pocas horas de descanso para que la cantante pueda vivir la fiesta deportiva más importante del país norteamericano. 

Aunque la cantante utiliza, desde hace años, un avión privado para desplazarse, la preocupación de los fanáticos es la diferencia horaria, con 17 husos distintos entre Japón y la costa Oeste de Estados Unidos, que si bien está este a su favor, debería descansar bien para continuar con su gira en las mejores condiciones, pero en el amor todo se vale.

El concierto en Tokio comienza a las seis de la tarde, aunque la cantante pisaría el escenario alrededor de las siete de la noche para la presentación de 44 canciones más las sorpresas que tenga preparada. Un concierto de unas tres horas y media. Para que todo salga perfecto, la artista deberá acabar a las diez y media de la noche e ir directo al aeropuerto para emprender su viaje de 11 horas, llegar a Nevada y descansar antes del partido.

También, podría viajar a la medianoche del sábado, que serían las siete de la mañana del sábado en el Oeste de EE.UU. y aterrizar en Las Vegas en la tarde del sábado.

Todo indica que Taylor Swift estará el domingo 11 de febrero en el Allegiant Stadium en Nevada, para alentar a su pareja, disfrutar de uno de los eventos deportivos más importantes del mundo y bailar los éxitos de Usher en el entretiempo.